martes, octubre 21, 2025

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Estar en la naturaleza mejora la atención y la creatividad

Diversos estudios muestran que la exposición a espacios verdes potencia la cognición, la creatividad y la concentración. Un experimento clásico realizado en 2008 en la Universidad de Míchigan demostró que 38 estudiantes que caminaron por un arboreto mejoraron casi un 20% en pruebas de memoria y atención, mientras que quienes recorrieron calles urbanas mostraron un aumento mucho menor.

Los beneficios se observaron independientemente de la temporada o del gusto personal por la caminata en la naturaleza.

La teoría de la restauración de la atención

La teoría de la restauración de la atención sugiere que pasar tiempo en la naturaleza o en entornos que imitan la naturaleza puede ayudar a restaurar la capacidad de atención de una persona. Esta teoría fue desarrollada por los psicólogos Rachel Kaplan y Stephen Kaplan en la década de 1980.

Según los Kapla, los entornos naturales proporcionan un descanso mental que permite que el cerebro se recupere de la fatiga cognitiva.

Componentes de la teoría

La teoría se basa en cuatro componentes principales: la fascinación, la extensión, la compatibilidad y el sentido de estar lejos. La fascinación se refiere a la capacidad de un entorno para captar la atención de manera involuntaria. La extensión implica que el entorno debe ser lo suficientemente grande y coherente como para sentirse inmerso en él.

La compatibilidad se refiere a la facilidad con la que una persona puede interactuar con el entorno. Finalmente, el sentido de estar lejos significa que el entorno debe proporcionar

Marc Berman y la Teoría de la Restauración de la Atención

Marc Berman, psicólogo de la Universidad de Chicago, explica que la naturaleza ayuda a reponer nuestra capacidad de concentración, un recurso limitado que se agota fácilmente. Según la “teoría de la restauración de la atención”, los entornos naturales son “suavemente fascinantes”, lo que permite que el cerebro se relaje mientras observa patrones y movimientos como el vaivén de olas o campos de flores.

Las formas curvas y fractales de ríos, rocas o copos de nieve podrían ser más fáciles de procesar que los bordes rectos de la ciudad, ofreciendo un descanso mental.

Evidencias y debate científico

En el ámbito de la ciencia, las evidencias son fundamentales para validar teorías y experimentos. Los científicos recopilan datos a través de observaciones y experimentos controlados para respaldar sus hipótesis. La importancia de las evidencias radica en su capacidad para proporcionar una base sólida sobre la cual se pueden construir conocimientos.

Sin embargo, no todas las evidencias son iguales; algunas pueden ser más concluyentes que otras, dependiendo de la metodología utilizada y la calidad de los datos obtenidos.

El debate científico es un proceso esencial para el avance del conocimiento. A través de la discusión y el intercambio de ideas, los científicos pueden desafiar y refinar teorías existentes. Este proceso permite que las teorías sean sometidas a pruebas rigurosas y que se identifiquen posibles errores o áreas de mejora.

El debate no solo fomenta la innovación, sino que también asegura que el conocimiento científico sea lo más preciso y actualizado posible.

Investigaciones recientes con electroencefalogramas muestran que caminar en la naturaleza disminuye la actividad cerebral inmediatamente después de la caminata, seguida de un aumento más efectivo al realizar tareas de atención, en comparación con entornos urbanos.

  • Sin embargo, no hay consenso sobre las causas exactas: algunos expertos consideran que podrían influir factores como el ejercicio, la soledad, la calidad del aire o incluso las señales olfativas que emiten los árboles.